miércoles, 9 de septiembre de 2009

De los días inútiles

Jugar a ser alguien no tiene mayor diferencia que masturbarse. Las dos acciones transcurren en la intimidad, con el pensamiento en otro lugar, con la sensación presente y a final de cuentas no tienen realmente mayor trascendencia que la de un suspiro de auxilio. La diferencia perspicaz y en donde el jugar a ser alguien le gana a la masturbación es que uno no se agita tanto.

El único momento en el que se puede estar realmente tranquilo en esta vida es dormido. Todo transcurre en una relativa paz, te pueden asesinar y se siente bien, puedes ser un parricida, incestuoso y en realidad todo esta bien.El problema que sigo teniendo es con la realidad, no con las letras pues en ellas encuentro relativa paz, es la realidad la que me tiene de tan mal humor. ¿Quién carajos se cree para jugar con mi inteligencia ?

No pienso más jugar a ser alguien, tampoco a ser real y mucho menos a soñar. Por ahora me conformaré con dormir y ver mi cuerpo cada vez más maltratado por las mañanas. Encontrar a las teorías más inútiles y a la masturbación como un bello momento para desperdiciar mis días inútiles.

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